Donde la diferencia es lo normal
Ana recuerda perfectamente aquellos días en los que, de adolescente, no tenía más remedio que salir a comprar un sujetador. Ya desde por la mañana sabía que iba a ser un día triste.
Así nació Mansfield Bra
Ana estudió Psicología y estuvo trabajando durante años en una empresa de formación. Allí pasó por un periodo de acoso laboral, dos bajas por depresión y asumió la representación sindical hasta que la empresa cerró.
Tras unos meses trabajando en la Lanzadera de empleo de la Fundación Santa María la Real como coach laboral, comenzó su aventura emprendedora. Diseñó el proyecto con ayuda del Ayuntamiento y se informó de los permisos y tareas administrativas. Buscó los proveedores adecuados (casi todos de Reino Unido, Francia y Estados Unidos) y aprendió el oficio del bra fitting con su propia experiencia en Escocia. Para que os hagáis una idea, hay hasta 14 tallas de copas para unas
Slowshopping
Mansfield Bra forma parte del slowshopping, lo que viene siendo comprar sin prisa, como antes de internet. Y es que cualquiera de sus clientas suele estar una media de 45 minutos en la tienda. En Mansfield Bra sabes a qué hora entras pero no a qué hora sales. No tengas prisa, llevas toda tu vida buscando y aquí, por fin, lo vas a encontrar.
Primero hay que hablar, conocer las necesidades, empatizar. No es un tema del que se hable con soltura si no te encuentras a gusto. El siguiente paso es el bra fitting, para descubrir la talla y los modelos más adecuados para cada mujer. Luego, poner a su disposición toda la oferta. Estas mujeres no están acostumbradas a elegir, por lo que se sorprenden y deleitan ante la variedad.